Hágalo usted tambien!!
Por encima del escarnio público y las intimidantes cámaras de seguridad, “los colados” sentimos el dulce placer de sacarnos el clavo con el sistema…
El Sistema de Transporte Masivo SITM, es un buen servicio cuando se implementa bajo los parámetros establecidos, situación que no ocurre en nuestra realidad, pues las obras se quedaron en frustraciones, ilusiones y promesas, porque cuando llega la hora de la verdad, prima la mínima inversión para derivar una máxima utilidad y por encima del que toque, premisa del capitalismo.
Debo confesar, que me encanto sobre manera ''colarme'' en un sistema saboteado por la misma política pública de invasión del carril exclusivo en donde ahora ya no lo es, en horas pico, carriles exclusivos y no, colapsan sometiendo a los usuarios colados o no, a grandes torturas en donde 150 o 180 cristianos colgados como carne de frigorífico y más apretujados que las solicitudes de ''Don Berna'' en la CDMB cuando reinaba y más tocados que “Carmen de Bolívar.”
Es realmente fascinante ''colarse'' en un sistema que presentó grandes atractivos para la ciudad como ciclo-ruta, peatonales, bahías, puentes, portales, lo humano y lo divino, simple retórica especialmente para los Piedecuestanos quienes no estamos de acuerdo en la puesta en marcha del sistema SIN OBRAS, como si nuestros aportes valieran menos que los demás del Área Metropolitana.
Hace algunos días recargue dos pasajes y al pasar por la registradora esta informo que el saldo era insuficiente, reclamado el vendedor en cañaveral adujo: “El sistema se los tragó, valla a la empresa y reclame, o llamea la operadora”
Al llamar, contesta una grabación pidiendo dejar la queja y punto. Como no estaba dispuesto a perder más tiempo ni dinero entonces decidí tirar el torniquete hacia mi humanidad y pasar por un ladito, operación registrada en cuatro ocasiones, dos más para que afinen. Me dio gusto tomarme la ley por mis manos, pero lo confieso; nunca más volveré a abusar del sistema… bueno; mientras el sistema no lo haga conmigo… ¡Lo prometo!
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