No solo la falta de agua y la venta de los negocios del estado como el alumbrado público afectan a los santeros, se teme también por la venta de otros servicios y se sufre por los altos costos que deben pagar por concepto de peaje que es de diez mil cuatrocientos pesos($10.400.oo) por automóvil.
Desde hace tiempo los residentes de este municipio han lanzado alaridos que se quedan como en medio del desierto en donde nadie los oye, y los escasos que lo hacen les importa un pepino, por que son los que controlan el lucrativo negocio ahogando sus voces como lánguidos chillidos audible solo a los complejos sistemas auditivo de las aves y los animalitos de monte, por que las autoridades no escuchan, ni ven, ni sienten, que es lo peor.
Residentes de este sector en donde no todos son ricos ni viajan en plan de veraneo, deben desplazarse continuamente a Bucaramanga y su Área Metropolitana a desarrollar las actividades laborales, pero un impedimento es el valor del peaje que reduce las posibilidades de desplazamiento a la capital, por lo que se espera, que pronto los nativos venzan esa batalla que propende por pagar el 50% de la tarifa plena, como quiera que es un municipio muy cercano a la gran urbe, merecedor de una tarifa diferencial de estas proporciones.
Aunque las decisiones son del gobierno departamental y de Piedecuesta por encontrarse en su jurisdicción, estas históricamente han lesionado a modestos moradores de la región. en parte por la llegada de ostentosos personalidades a La Meza que han generado división y celos en el territorio entre ricos y pobres, en donde todos pagan por igual. EL PEAJE: Una igualdad que genera desigualdad!!
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