La estupenda obra de ingeniería realizada por la ingeniería mexicana y de ocho países más en el cuerpo del puente de La Novena o Puente Provincial (como le llamó el alcalde de Bucaramanga) se ve opacado por dos hechos trascendentales que disminuye el optimismo de los santandereanos.
La primera noticia es que los terminales del puente, no existen aún, es decir las obra complementarias como las orejas de la ciudadela e intercambiador de la 45, las que quedará en veremos y por ende la efectividad de la obra descenderá a un 50% y lo segundo, es que desde ya se anuncia que en dos meses se entrará en la licitación para adjudicar el peaje de la obra.
¿Será que los impuestos que pagan los bumangueses, altísimos por demás, no alcanza para pagar 150 mil millones de pesos que según el alcalde costó la obra?
¿Será que los impuestos que generará la obra también la echarán en saco roto?
¿Será que la venta de la Electrificadora de Santander, en donde dijeron que se destinarían esos recursos para estas obras también desaparecieron como agua entre los dedos?
Definitivamente no hay felicidad completa, como me gustaría ver a nuestra dirigencia o mejor a nuestros mandatarios gobernando por ejemplo ciudades como Medellín, en donde constante mente realizan obras de real envergadura, como El Metro, El Cable, y tantas otras soluciones efectivas como vías y puentes... O en Bogotá en donde no paran nunca en la ejecución de obras y la ciudad es una malla completa por la cantidad de puentes y en donde no conozco ningún peaje interno... Cómo me gustaría ver a esa dirigencia "vacunando y boletiando" a la comunidad en esas ciudades. No hubieran aguantado ni un día por que ya los hubieran sacado A TIEZTAZOS POR AVIONES...
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