Gran cantidad de problemas ha traído la disciplina de partidos a los distintos candidatos a corporaciones públicas en el país, y todo por el afán de amarre de la dirigencia nacional quienes proyectaron minuciosamente la manipulación desde los escritorios las fuerzas políticas, aunque ello implique flagrantes violaciones a las libertades individuales como el derecho a elegir y ser elegido, principio amenazado en la actual coyuntura electoral..
Mientras los concejales y diputados entran en conversaciones directas con los alcaldes y gobernadores, por otro lado los partidos y la dirigencia que los representa llegan a acuerdos ineludibles y acatables por los carga ladrillos so pena de violar los estatutos de los partidos y la misma ley que los reglamenta como la 1475.
El dilema al que se enfrentan miles de candidatos en el país, quienes tienen que trabajar a las escondidas a sus afines políticos a corporaciones superiores, tiene en vilo la misma democracia y grandes nubarrones marcara la historia de este lapso oscuro en donde los candidatos no votan por los que quieren si no por los que le obliguen sus partidos.
Estas son las contradicciones de la política y la bajeza mental de la dirigencia que frente a la in capacidad de persuadir, optan por meterse con la norma para ejercer coacción indebida a la estropeada "democracia".
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