Cuando los santandereanos pensábamos que en la Dirección de Tránsito de Bucaramanga ya estaba todo visto, en el gobierno de la lógica emergió un sabio montando prohibiciones por todos lados, convirtiéndose en una seria competencia a las lumbreras que por allí transitan y que han marcado la historia, aunque negra, pero la han marcado.
Contra todo sentido común, el Director de Tránsito Miller Salas, mediante resolución 029 se le ha dado por decretar la muerte comercial y laboral a los santandereanos, bajo el pretexto que se hace para mejorar la movilidad en el centro de la ciudad, convirtiéndose en personaje mas repudiado, por encima inclusive de quienes han aprobado onerosos impuestos en el congreso de la república con la pesada carga tributaria.
El alcalde de Bucaramanga debe responder por las estupideces que cometen sus funcionarios ya que es un grave atentado no solo a la economía de la región sino al trabajo, al desplazamiento y al orden público. La dirección de tránsito no puede seguir convirtiéndose en el laboratorio de la ignorancia, la incapacidad y la irracionalidad, con el agravante de que además de las bestialidades cometidas se dan el lujo de retar a todos los ciudadanos de que no darán marcha atrás a sus incoherente medidas llenas impopularidad y soberbia al sentir el rechazo de las babosadas... Bienvenidas las protestas!!
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