Los habitantes
de Bucaramanga y su Área Metropolitana desde hace ya varios años nos venimos
pareciendo al transporte del que hacemos uso, si usamos el vehículo
particular la velocidad promedio son de
10 kilómetros por hora, debido a que generalmente hay un varado, o un estrellado
y esto represa una parálisis en 5 o10
kilómetros, algo que ya aceptamos, transitar por un solo carril en plena, Y
ÚNICA autopista, esto forma parte del
paisaje urbano…
Y si
usamos el transporte masivo, que debemos reconocer, es el mal menos peor, las
esperas y acosos están a la orden del día, aunque debemos reconocerlo una vez más
la concepción general del servicio es de naturaleza social tendiente a
favorecer a la mayoría, bien implementado, pero he ahí el problema, dicha
implementación, está viciada ya que se manejan parámetros contrarios, es decir,
a menor inversión mayor utilidad, y esto lo hace un mal servicio ya que no
hicieron las obras necesarias ni han
vinculado el suficiente parque
automotor.
Si a esto
le sumamos la corrupción y el clientelismo practicado, entonces tenemos como
resultante lo que hoy tenemos: inconformismo ciudadano, una empresa inviable y
a punto del colapso y una clase dirigente muertos de la risa y con los
bolsillos llenos…
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