Frente a las ya conocidas prohibiciones estipuladas en la ley electoral 1475 relacionadas con la doble militancia, los candidatos a las distintas corporaciones públicas se aprestan a demostrar a sus directivos la fidelidad política, que casi nunca se da porque normalmente casi todos ponen en marcha EL PLAN B. que es el que garantiza generalmente los recursos para el desarrollo logístico y compra de votos y que todos conocemos como TRAICION.
Los directivos de los partidos normalmente creen que tienen asegurado cierto caudal de votos en sus candidatos avalados, que se endosan para otras corporaciones de interés partidista, sin embargo, frente al proceso, se inicia el juego del gato y el ratón en donde el candidato (ratón) hace uso de toda su inventiva para ocultar al máximo los candidatos que en la práctica le trabaja, debido a los compromisos económicos, y los directivos (gatos) a la caza de las infidelidades que menoscaben los caudales negociados "o endosados" a candidatos de sus partidos o de otros, cuando son coaliciones.
En Piedecuesta se dice que por indisciplina política no tendrán Aval de sus respectivos partidos políticos los concejales Nelson Alvares (Asi), Ricardo Ardila (Cambio Radical), Aldemar Maldonado, entre otros, convirtiéndose este hecho en un grave problema, para las próximas elecciones, por que ninguno de ellos renunció a su partido, quedando inhabilitados para poder aspirar por otro partido ya que la renuncia al mismo debió presentarse un año anterior a la inscripción como lo estipula la ley.
Así las cosas, los "honorables" en lo corrido, deberán hilar delgado para congraciarse con sus partidos y reconquistar a sus directivos o abandonar la intención reeleccionista.
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