CON LOS CALZONES ABAJO

CON LOS CALZONES ABAJO

La abrupta caída del Secretario de Educación de Piedecuesta Julio César Rodríguez  en el mes anterior, generó gran cantidad de comentarios, que van desde el abuso de amistad, pasando por la falta de pudor,  atentado a la moral, la lógica la ética y la estética con la que todo funcionario debe comprometerse, según esta administración.

La petición de solicitud de renuncia no tuvo explicación alguna por parte de la administración, primó salvaguardar el decoro y la discreción que el cuestionamiento social ejemplarizante a la conducta de un funcionario que atentó contra el  nombre de la administración.

El hecho, comidilla en los distintos vericuetos de la política ancestral de los piedecuestanos y propagado por el voz a voz y las redes sociales, en donde los co-protagonistas hicieron el deleite de los internautas, llevó a la primera autoridad, aplicar en sus estructuras internas el manual de convivencia estipulado en su acto de posesión en donde  el alcalde ´´Angel de Jesús Becerra manifestó que los funcionarios públicos en esta administración deberán ser ejemplo para la sociedad, y en este caso, “el sacrificio” no se hizo esperar, con la mayor discreción del caso.
El escándalo sexual, promovido en redes, dan cuenta, según los coprotagonistas que el secretario de educación, JULIO CESAR RODRIGUEZ, fue sorprendido en “actos intimos” con una de sus sub alternas quien es la esposa de un funcionario de la administración, en el lugar menos apropiado. AL PARECER, el alcalde conocedor de esta vergonzoso caso, decidió pedir la renuncia del referido provocando una ejemplarizante reacción de gobierno que lo legitima ofreciendo confianza a sus gobernados.
Debido al hermetismo, consultamos a algunos concejales sobre el particular, quienes en su mayoría respaldaron  la acción de gobierno, otros dijeron no conocer el tema, y uno de ellos, dijo que “son cosas de la vida privada de las personas y en las que nadie se debe meter.”
Tendríamos que recordarle al concejal RICARDO ARDILA, que líderes mundiales como Bill Clinton  y Silvio Berlusconi en Italia y los casos más  recientes, el equipos de escoltas expulsados del presidente Obama, para no nombrar más, han quedado en la cuerda floja, y hasta expulsados por hechos similares, luego entonces SI ES GRAVE, y el hecho deja de ser privado cuando trasciende a lo público, de una persona pública y encima afectando  una ética pública  de una administración pública, lo de demás suena a encubrimiento.
También consultamos algunos ángulos de mandos quienes se atrevieron a manifestar que el aludido “no dio la talla” nosotros preguntamos: Cuál era la talla? 15, 25,35? Nunca lo supimos ni nos da gusto averiguar…